Decía Oscar Wilde en El Retrato de Dorian Gray, que «cada uno posee el cielo y el infierno dentro de él…», y bajo esto reflexionamos en este post. Ciertamente cada uno posee luz y oscuridad, la humanidad es Yin y Yang, todo ello en un equilibrio, frágil, y somos nosotros los que nos empeñamos en destruirlo, en sacar lo peor de nosotros y arruinar la belleza que la humanidad posee de forma innata.